El hundimiento de la economía española desde el año 2008 ha sido consecuencia de la burbuja inmobiliaria que provocó la quiebra de gran parte de las cajas de ahorros y del aumento del coste de la mano de obra y la pérdida de competitividad, a partir de la introducción del euro en el año 2000. Este doble impacto económico fue agravado por las políticas de derroche de los gobiernos socialistas de Zapatero que provocaron la mayor crisis de endeudamiento y pérdida de confianza que ha sufrido nuestro país desde la Transición Democrática.
La consecuencia más dramática de esta situación es el aumento del paro y la pérdida de empleos en nuestra economía reflejados en el siguiente cuadro.
El camino para la recuperación, emprendido por el Gobierno de España a partir de 2012, aunque difícil y doloroso, tiene objetivos claros y precisos: recuperar la confianza y el flujo inversor, aumentando la competitividad y la flexibilidad de nuestra economía.
Los frutos de las políticas reformistas del Partido Popular han aparecido en el primer trimestre de este año, en el que el Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido el 0,4% en tasa trimestral y el 0,6% en tasa anual.
La Comisión Europea ha mejorado las previsiones del Gobierno de España y pronostica que en 2015 crecerán 2,1% el PIB y 1,2% el empleo.
A la recuperación de la producción económica hay que añadir una situación de moderación de precios muy positiva para mantener la capacidad adquisitiva de salarios y pensiones: la inflación anual estimada del IPC en abril de 2014 es del 0,4%.
Los datos más importante y que avalan la recuperación son el descenso del paro registrado en 111.565 personas y el aumento del empleo con 133.765 afiliados más a la Seguridad Social, que se han producido en abril de 2014.
El paro en enero de 2014 (curva roja) fue inferior al registrado en enero de 2013, y en abril de 2014 ya es menor que el registrado en abril de 2012.
El Gobierno de España ha aprobado el Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas 2014, que puedes conocer pulsando aquí.
En el periodo 2014-2017 se proyecta un crecimiento del PIB hasta alcanzar el 3% al final del periodo. En 2014 y por primera vez desde el inicio de la crisis se creará empleo neto y a finales de 2015 el paro será inferior al de finales de 2011 tanto en número de parados como en porcentaje.
La eficiencia en el gasto público permitirá reducir el déficit público del 6,6% del PIB alcanzado en 2013 al 5,5% del PIB en 2014. La reducción del déficit continuará en los próximos años de forma que se prevé que éste se reduzca al 4,2% en 2015, y al 2,8%, en 2016, ya por debajo de 3% del Procedimiento de Déficit Excesivo de la Unión Europea. En el año 2017, el déficit descenderá hasta situarse en el 1,1% del PIB.
El objetivo de la reforma fiscal, que se iniciará en enero de 2015, es simplificar los tributos y mejorar la eficiencia para lograr que estimulen el crecimiento económico y la creación de empleo. La reforma incluirá reducciones del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades.
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