Lágrimas andaluzas y el Trienio Negro de Griñan

Ayer, muchos sevillanos contemplamos con tristeza las lágrimas verdiblancas. Estos días, a muchos andaluces nos duele ver de nuevo las andanzas de la hija y los hermanos de un vicepresidente andaluz del gobierno de España. Al hermano de Alfonso Guerra le han salido clones en la familia de Manuel Chaves y el presidente José Antonio Griñan absuelve las malas prácticas de su antecesor, diciendo que los votos limpian conductas. Esta afirmación es falsa: con el voto elegimos mayorías de gobierno, pero las decisiones del gobierno estan sometidas a la ley.

En Andalucía, está en vigor la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos y el informe que publica el Mundo suscita dudas sobre la legalidad de la concesión de una subvención de 10,1 millones de euros a la empresa Minas de Aguas Teñidas (MATSA), firmada por el entonces presidente Chaves. Aún más, el Ministerio de Trabajo denegó a MATSA una subvención porque la actividad a subvencionar ya se estaba desarrollando y no se dedicaba a labores extractivas. Una orden similar de la Junta de Andalucía también impedía la concesión de ayudas a MATSA por las mismas razones.

Sin embargo, la Junta cambió la orden el 9 de diciembre de 2008, eliminando dichas restricciones. Esta modificación legal parece hecha «a medida» de la empresa subvencionada y el 20 de enero de 2009 se le concede la subvención. Se dice que facilitan el cambio los socialistas Carlos Solchaga y José Aureliano Recio, pero no hay dudas sobre la intervención de la hija de Chaves, firmando en su calidad de apoderada la conformidad de MATSA con la ayuda que aprobó el gobierno andaluz, presidido por su padre.

El presidente Griñán debe apoyar una comisión de investigación en el Parlamento de Andalucía para aclarar este asunto. En otro caso, extenderá una mancha negra que teñira su mandato que será conocido como el Trienio Negro de Griñan.