Con deudas seremos enterrados

La lectura del informe del Banco de España sobre las perspectivas de la economía española, puede ayudarnos a comprender la sustitución de Pedro Solbes por Elena Salgado en el Ministerio de Economía y Hacienda. El Presidente Zapatero cree que los planes expansivos de gasto público son la única solución a la crisis económica. Por ello, no le parece suficiente la inversión de 8000 millones de euros del Fondo Estatal de Inversión Local, que tendrán un impacto del 0,3% en el crecimiento del PIB, cuando la previsiones indican una caída del 3% en 2009. El citado informe calcula que el porcentaje de la deuda pública sobre la riqueza nacional se situaría en el 50% en 2009 y en el 60% en 2010. Pedro Solbes alertó sobre el escaso margen para seguir usando la política presupuestaria como instrumento para impulsar la demanda. Sin embargo, Zapatero cree que no hay límites para el gasto público, ignorando el encarecimiento del crédito y la reducción de oportunidades que estos planes tienen sobre el sector privado de la economía.

Así que Zapatero ha elegido un gobierno capaz de gastar lo que la economía española no produce, generando una deuda analizada por Jorge Sainz e Ismael Sanz, en un trabajo publicado por FAES. Por ello, la orientación dominante del nuevo gabinete es gastar a manos llenas: Blanco se dedicará a las líneas de alta velocidad e infraestructuras imposibles de mantener; Chaves apacigurá con transferencias a las autonomías; Gabilondo pagará el apoyo de rectores y estudiantes al plan de Bolonia; González Sinde se encargará de abonar futuros servicios propagandísticos y Jiménez impulsará una versión maximalista de la Ley de Dependencia. Todos ellos vigilados por Fernández de la Vega y con abundantes créditos liberados por Salgado. Antiguamente se decía Dios nos coja confesados, a lo que habría que añadir que con deudas seremos enterrados.