sábado, 20 de diciembre de 2008

¡Izquierdistas de todos los países, uníos!

De nuevo hay que parafrasear a Marx para condensar en un título el análisis de la actual situación política. Desde luego que los países a los que me refiero son europeos. Guy Sorman ha escrito una tercera de ABC con el título: La izquierda está en las calles. Algunos párrafos de su análisis son:


Los disturbios que han arrasado toda Grecia pueden tener muchas causas, pero una que rara vez se menciona es la fractura de la izquierda griega en dos: el PASOK, el partido socialista tradicional de George Papandreou, y una facción cada vez más radicalizada que rechaza cualquier adaptación tanto a la Unión Europea como a la economía moderna. Esta división está paralizando a los partidos socialistas de toda Europa en mayor o menor medida (...)
En Francia y Alemania, una nueva izquierda radical, integrada por trotskistas, comunistas y anarquistas, está resurgiendo de sus cenizas para convertirse otra vez en una fuerza política. Estos fantasmas rejuvenecidos adoptan la forma del Partido de la Izquierda de Oskar Lafontaine en Alemania, así como la de diversos movimientos revolucionarios en Francia, uno de los cuales acaba de bautizarse a sí mismo como Partido Anticapitalista. ¿Qué deben hacer los dirigentes socialistas más consolidados frente a este nuevo radicalismo, que está atrayendo a algunos socialistas tradicionales? (...) Los socialistas culpan a los financieros avariciosos, pero ¿quién no lo hace? En cuanto a los remedios, los socialistas no ofrecen nada más que las soluciones keynesianas que ahora está proponiendo la derecha.


También en España se están produciendo novedades en el seno de la izquierda. El Presidente Zapatero promete aumentar las ayudas y subvenciones a un ritmo insostenible, ignorando que el crecimiento sin control del déficit público prolongará la profundidad y duración de la depresión económica. A la vez, su política de contención del izquierdismo está agotándose.
La respuesta política a la crisis económica que prepara Izquierda Unida, ahora dirigida por Cayo Lara, consiste en marcar una clara diferencia entre el anticapitalismo de IU y el reformismo socialista; tomando la calle como escenario de protesta. Es fácil notar que los estudiantes anti-Bolonia son la vanguardia de esta nueva política infantil de los izquierdistas. Fernández Toxo, nuevo secretario general de Comisiones Obreras, en sintonía con Cayo Lara, ha declarado que no descarta una huelga general. Así que debemos esperar un viraje radical en la relación de IU con el PSOE y de Comisiones con el Gobierno.
La radicalización de los izquierdistas en España es una mala noticia para construir la única senda que permitirá superar la crisis económica. Reducir el gasto suntuario y el derroche de las administraciones públicas, limitar el déficit y controlar el crecimiento de la deuda pública, aplicar políticas de oferta como la reforma del mercado laboral y de la negociación colectiva, son medidas imprescindibles para mejorar la productividad y competitividad de nuestra economía.
Si el Gobierno de España cree que podrá contentar a los izquierdistas y resolver la crisis gastando un dinero que no tiene, entonces el Presidente Zapatero está en Babia, ese lugar que los reyes de León eligieron para alejarse de los problemas de la corte, de modo que cuando los súbditos del rey preguntaban por él, se les respondía evasivamente que el rey estaba en Babia.

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